Lo nuestro con Jornos.II se está convirtiendo en una
relación de amor odio. Como todo en la vida lo nuestro empezó siendo un sueño
llamado Gotxilo, un P292 que nos
encandilo desde el primer momento.
Pero esta vez, y va una más,
el destino nos depararía con una nueva sorpresa en Jornos.II. Y como alguien dijo, Dorleta por algo estaba ahí, no era
un simple casual de la vida que hoy se cruzaran nuestros caminos. La Torca nos
examinaba ante bajar a su interior o socorrer a la vaca Dorleta que aguardaba
en su interior, esperando una muerte anunciada.
Nuestro futuro estaba escrito,
Gotxilo no quería que visitáramos su
morada, otra vez más tendrá que esperar de nuestra visita porque hay Torcas que
están hechas para enamorar y con Jornos floreció nuestro amor no correspondido.
Amanece en la sierra de
Armañòn. Las nieblas persistentes nos dan la bienvenida mientras olfateamos el
olor que desprende el bosque después de la lluvia. Esa que no consigue menguar
el ánimo del equipo aunque para ello nos tengamos que mojar al ponernos el mono
de trabajo.
Una vez más nos juntamos la
grupeta del lado oscuro para intentar el asalto a la Torca De Jornos.II.
Nuestra intención es realizar esta actividad en el día. Esta vez, y por parte
de AKELAR espeleo acudimos tres
socios con disponibilidad absoluta para dicha gran jornada de espeleo.
Una vez ensacado todo el
material para una actividad de tal envergadura, nos ponemos en marcha hacia la
Torca acompañados del SIRIMIRI
(Lluvia fina y persistente que suele caer con frecuencia en el País Vasco).
La entrada de la Torca
tiene abundante vegetación, que nos hace dudar en cuanto a rapelar por el árbol
o destrepar. Elegimos con acierto la opción del destrepe, al fin y al cabo solo
es árgoma y zarza que dificulta el camino al primero, al que abre huella para
el resto del rebaño jjjj…
Una vez abajo vemos que el
aporte de agua marcha alegre y presuponemos que vamos a terminar la jornada
bien regados y con mucho frio. Ya en 2017 nos dimos la vuelta ante la cantidad
de agua que caía y decidimos ir a Txomin
VIII. En nuestra opinión para atacar Jonos.II
es mejor elegir la época de estiaje que hará más liviano esta dura sima. Pero
ya que estamos aquí vamos para dentro que veníamos mentalizados con Gotxilo.
Montamos un R5 en natural y
donde la cueva empieza a estrecharse, cuál es nuestra sorpresa cuando el
primero del grupo grita que hay una vaca, hasta aquí todo podría entenderse
como normal, un animal más que cae a una sima, pero otro grito nos descoloca…está viva!. El animal ha sufrido una
caída de unos veinte metros y se mantiene con vida encajada entre unas rocas de
grandes dimensiones.
Tras unas breves
deliberaciones nos ponemos en marcha. Lo primero que hacemos es llamar al 112
que automáticamente nos ponen en contacto con la Ertzaintza (Policía autonómica
del País Vasco). Con la identificación del pendiente del animal localizan al
ganadero que se pone en camino hacia la Torca, en menos de una hora se personara
in situ.
Mientras tanto poco o nada
podemos hacer por Dorleta que esta malherida. La asistimos lo mejor que
podemos, dándole de beber e intentando que fuera lo más liviano posible su
sufrimiento, pero al poco fallecía, entre caricias, y arropado por estos
espeleólogos que hicieron que al menos muriese en compañía. Ese último suspiro
de una moribunda vaca por la cual hicimos todo lo que pudimos y en nuestras
manos tuvimos.
Con el beneplácito del
ganadero y su colaboración decidimos sacar a Dorleta de la Torca. Dejarla
descomponer en el curso activo seria problemático, y en la estrechez donde se
encuentra cerca de la gatera de entrada haría que Jornos no pudiese ser visita
en largo tiempo por el olor fétido que dejaría la putrefacción de un animal de
esta envergadura.
Nuestro planteamiento dice que
lo más difícil será arrastrar el animal desde su lecho de muerte hasta la
vertical, una vez en la vertical el esfuerzo a realizar creemos que será menor
al disminuir el rozamiento y el obstáculo de piedras que no podremos despejar
del camino.
Comenzamos a preparar las
triangulaciones y a contabilizar las poleas que disponemos. Una vez montado el
sistema de polipasto vamos arrastrando a Dorleta del interior en busca de la
luz que entra desde el exterior y da luz a la vertical de la sima.
Alguno la está gozando con estas maniobras típicas del espeleo socorro, se le ve en su salsa, disfrutando más que estando colgado de Gotxilo a -292m o peor aun subiendo este pedazo pozo. Pero Gotxilo, una vez más tendrá que esperar a otra próxima visita.
Con algo de esfuerzo se
consigue trasladar a la vaca hasta la vertical de la sima, cambiamos las
triangulaciones y comienza su ascensión hacia la superficie.
Son momentos inusuales y nada frecuentes ver como se iza por la vertical un animal de semejante tamaño y peso. Una gran labor de equipo hace que el animal poco a poco vaya subiendo hacia el exterior.
Tras conseguir sacarla viene
el momento de felicitaciones por el trabajo bien hecho. En todo este tiempo el
reloj no se detuvo y se nos hizo tarde
para el intento previsto a Jornos. Decidimos dar una vuelta de reconocimiento
hasta el pozo de los Valencianos y
para fuera.
En total no estaríamos más de
una hora en el interior, pero fue el tiempo necesario para que al salir nos
diéramos cuenta que Dorleta no se encontraba sola, la cadena trófica seguía su
curso y un gran bando de Buitres se daban su festín a cuenta del cadáver de la
vaca.
Hoy nos retiramos con cara
satisfacción y el deber bien hecho. Lo hemos dado todo por asistir a Dorleta en
esta vida. Hoy no ha sido posible sacarla con vida de la Torca pero el intento
y labor nos dejan un buen sabor de boca.
Hay cuevas que son como
antorchas, están hechas para iluminar las necesidades del espeleólogo y Jornos
sigue iluminando nuestros corazones hasta nuestra próxima visita.