Salida especial, cargada de mucha historia espeleológica. Esta cavidad fue un descubrimiento mundial en su momento, fue un record de profundidad en aquellos años, estando actualmente en el puesto 17 del mundo con sus -1410 metros de profundidad.
Siempre es emocionante cuando te dan la oportunidad de bajar este historico pozo y todo lo que te encuentras abajo de aquellas antiguas exporaciones, así como los recuerdos del fatal accidente de Marcel Loubens.
Para quien baja, y hace esta cavidad, sabe lo especial que es hacerla y disfrutarla, porque no solo es hacer espeleología, es recordar la historia, el comienzo de una aventura que todavía dura y el recuerdo de los compañeros que dejaron su vida para enseñarnos el camino a seguir en la espeleologia.
Para empezar os ponemos un vídeo muy interesente, sobre la historia de las exploraciones de la "Piedra de San Martin" y el descenso en el 2021 de nuestros compañeros de Sasitroka.
Ahora comenzamos nuestra propia aventura. Primero había que reponer fuerzas que eran necesarias para lo que se venía encima.
Pero lo que no cambia nunca es lo bonito que es Larra, con o sin nieve.
Ahora, poliki, poliki, formalicos y pertechados con los trastos puestos para la boca de la sima.
Como toda salida tiene que contar con su foto de grupo, esta vez Germán ha ido un paso más allá para darles un aire más profesional, como se merecia la ocasión, y ha puesto su nombre a cada uno.
Pero también os ponemos la típica de siempre, todos formalicos y sonrientes.
En la tranpilla preparados un poco nerviosillos, empieza el largo descenso del "Pozo Lepineux" -320 metros.
Ahora comienza lo bueno, nos separan 320 metros de vertical y unos cuantos fraccionamientos del suelo. Empezamos a alejarnos de la vieja plataforma de madera.
El pozo no nos dejará indiferentes, es impresionante.
Esto si que da un poco de miedito.
Sobre todo cuando te vas acercando y lo empiezas a ver.
Y cuando estas a su lado le dices ¿Nos llevaremos bien, verdad?
Y por fin la salida a la "Sala Lepineux"
Por fin se llegó al suelo. En esta sala, está llena de recuerdos de aquellas históricas expediciones, la tumba donde permaneció Marcel Loubens, durante dos años, la camilla, cables de comunicación, etc.
Una vez vista la sala, se empiezan a recorren el resto de salas que llevan al destino final la "Sala Verna"
Se recorren la "Sala Loubens, Casteret, Queffelec, Adelie, y Chevalier".
A pesar de sus grandes galerías, tiene sus zonas con alguna formación.
La única pena es que al llegar a la Verna no estaba iluminada con una visita, porque si tienes esa coincidencia es impresionante. Como a nuestro compañero Jheferson que salíó antes, coincidió que estaba iluminada, y nos ha dado permiso para colgar el vídeo que sacó desde una de las perspectivas que permite la sala.
Foto de salida en la Verna, junto a unos de los muñecotes amarillos.
La salida por el túnel de la Verna siempre es una alegría.