Una fría pero soleada tarde de invierno, un corto, pero bonito paseo de 5
minutos, nos lleva a un agujero en el suelo, en la entrada una una cruz que
pone sima Alain, y de la que desconocemos su origen ,nos lleva a un par
de estrecheces que tras sortearlas nos deja en una repisa a 20 metros del
suelo.
Allí contemplamos ese bonito pozo que no parece tenga esa profundidad.Instalamos la cabecera y comenzamos el descenso colocando un desviador en la pared opuesta.
Poco a poco Manu va alejándose en el pozo
No parecía profundo pero tal y como nos dijeron salían unos 20 metros volados. Elegante, eso si.
Abajo una tapa de piedras nos deja en el fondo del pozo. Cuidado Manu que caen piedras quítate de la vertical, comente.
Si, arriba hay alguna piedra suelta que se mete entre las grietas y pueden caer hay que tener cuidado.
Ya abajo en el pozo encontramos a mano izquierda unas rocas que sorteamos y vemos la siguiente cabecera.
Esta vez no llega a 15m
Una rampa nos deja en un volado con fraccionamiento, tocando pared.
Creemos necesita reinstalación de una cabecera en el techo antes de fraccionar, pues roza la cuerda.
Abajo: agua, gateras, meandro etc. La vuelta y desinstalación nos lleva más de una hora. Salimos de barro hasta en las orejas, pero como viene siendo habitual hemos traído ropa seca para cambiarnos.