Ya estamos de nuevo por aquí. Comenzamos oficialmente el calendario de salidas 2025.
La entrada a esta cavidad la conocemos, hace muchos años, gracias a que los salseros de Txutxín, Felipe y José, cuando van al monte, hablan hasta con las hormigas. Preguntando, preguntando, dieron con la entrada de esta bonita cavidad.
La cavidad vió la luz cuando se hizo el desmonte para la construcción de la autovía de Leizaran y quedó cortada la galería en dirección E-O.
El tiempo nos respetó para ponernos los trastos, instalar y empezar a bajar por la estrecha boca de acceso 100x50, que se las trae para salir, atravesada con una barra de hierro, más diría yo, la barrica de los huevos.
La cavidad tiene 3 niveles. Si vamos por la izda nos topamos con dos saltos 6 y 8 metros respectivamente, que nos llevan a galería fósil que termina en la puerta metálica cerrada, que da a la autovía. Una sima nos llevará al río subterráreo que circula por el nivel más inferior de la cavidad. La parte derecha es una pequeña zona laberíntica con bellas formaciones terminando en una sala.
Para los más salseros cuenta con prietas gateras y agujeritos, que a más de uno le hicieron emplearse a fondo.
