20 de noviembre de 2016
Como coincidía nuestra última salida del calendario oficial
con el espeleosocorro navarro, decidimos
adelantarla para poder asistir al mismo.
Nos juntamos con el resto de compañeros en Lekumberri y
directamente a la cueva.
Una bonita y amplia boca triangular da paso a una galería
descendente de grandes dimensiones, bonita colada estalagmítica y pequeño
destrepe intermedio que aseguramos con cuerda.
Unos 150 m. de recorrido y 80 de
desnivel. A partir de aquí la morfología cambia y empieza la “marcha”, entramos
en el curso activo. Meandro descendente hasta la bifurcación, gatera ascendente
a pozo o meandro bastante divertido, vamos por el meandro, al final se pasaba
bien pero lo cierto es que inicialmente impresionaba. Continuamos por el cauce,
bonito y entretenido hasta otra bifurcación: unos miran la de arriba y el resto
miramos la de abajo. Esta última es la buena y la que nos lleva al punto álgido
del día: una bonita marmita de agua de unos 8 m. de largo y profundidad
incierta… Me tocó a mí, llegé al centro con dignidad pero ahí ya no estaba tan
claro. Salto a un agujero y de ahí al agua: pero no era para tanto, solo cubría
hasta el ombligo, ahora bien, fría toda.
Ya puestos, vimos como pasar y con la
ayuda de Gorka, que había venido con el peto, fueron pasando todos sin apenas
mojarse. De aquí unos pequeños resaltes
hasta el último pozo que dejaba directamente en el sifón terminal.
Tocaba salir, que nos estaban esperando varios compañeros
para la comida. Se nos hizo un poco tarde y comimos juntos aunque a destiempo,
pero, como siempre, en grata compañía.
Despedir y agradecer, en especial a nuestro compañero y
amigo Rolando, el habernos acompañado a lo largo de muchos años, ya que nos
anunció su “jubilación anticipada” de la espeleo. Agradecer también a todos los
que, de una u otra forma, habéis estado con nosotros a lo largo de este año.
Gracias a todos de corazón y nos vemos la próxima temporada.