Sábado 17 de junio 2023
Hoy tocaba la última salida de calendario antes del parón del verano y su correspondiente comida de hermandad.
Se trata de una cavidad con dos entradas, una sima protegida, por donde antiguamente se tiraba basura, y otra entrada en rampa, también protegida por una verja, actualmente abierta.
El día pintaba bien y marchaban bien contentos hacia la cueva.
Bajamos la rampa, y empieza la cueva. Se trata de un cavidad con predominio horizontal, con bellas formaciones y muy entretenida.
Pero todos lo que conocen esta cueva, saben que tienen que pagar un tributo, mancharse de barro hasta las orejas. Para verla en su totalidad, está la famosa gatera, con su barro esperándote, pero lo bueno es que les gusta y disfrutan.
Mirar con que cara de felicidad salen. No importa si hay formaciones en la cueva, es el barro lo bonito e importante.
Pero por si acaso no se han manchado mucho, hay que asegurarse que así sea.
Si entraron contentos, salieron más contentos todavía.
Después de la barro-terapia de la cueva de Akelar. Tocaba ir a comer, que habíamos quedado en Venta Udabe, donde nos esperaban nuestros compañeros, Santi, José y Txutxín. Como siempre la comida y el ambiente fue espectacular.