Video realizado por Sasitroka Canyonig Taldea
De “torca” dice el diccionario de
la Real Academia Española que es una “Depresión circular con bordes escarpados
en un terreno” y eso es precisamente lo que nos encontramos el sábado 9 de mayo
cuando acudimos hasta la pequeña localidad de Abezia, en Álava, Joseba, Oscar
de Sasitroka y Xabier. Nos habíamos documentado gracias a la publicación
Koloska que el GEA, Grupo Espeleológico Alavés, había realizado sobre la Sierra
de Gibijo. De todas formas Joseba se había
adelantado anteriormente para asegurar la localización de la cueva.
Posteriormente, Xabier y Oskar
tendrán que sufrir para superar las dificultades que presentan los diversos
fraccionamientos aunque alguna pequeña repisa ayudará. Descenderán hasta el
cono de derrubios donde media docena de cráneos de distintos animales les
esperan bien ordenados por algún explorador anterior. Desde allí se podrá
admirar la gran sala de entrada a la cueva.
En este punto la sala nos ofrece
dos posibilidades: seguir descendiendo por dos pozos situados en orientación
sur o una galería que conduce al norte. Nos dirigimos por la galería superior
de algo más de 300 metros donde una vez superado el caos inicial de rocas se
camina cómodamente por un fondo de arenas. Llegaremos a una sala circular con
numerosos espeleotemas; estalactitas, macarrones, columnas, banderolas, etc.
donde nos deleitamos con la vista y sacaremos unas cuantas fotos. A
continuación un paso bajo estrecho que Oskar superará con alguna dificultad y
que Joseba y Xabier evitarán con una atlética trepada. Continuamos por la
galería hasta encontrarnos una bifurcación con dos galerías paralelas: la de la
izquierda terminará en un hermoso balcón sobre la galería derecha. La derecha
nos llevará a la sala final. Mientras que Xabier asciende, Joseba desciende por
las coladas hasta el sifón final donde ya no podemos continuar. Volveremos
rápidamente hasta la sala de entrada siguiendo el camino que nos enseña un
murciélago huyendo de nuestras luces al que probablemente habremos despertado
de su letargo, no sin antes intentar Joseba el paso estrecho que se le
resistirá de nuevo.
Después de reponer fuerzas, Joseba
y Oskar se esforzarán por descender
hasta el fondo por el P-43 situado al sur de la sala de entrada. Habrá que
montar un pasamanos para evitar un pozo ciego de -24 y alcanzar el pozo por el
que queremos destrepar. La instalación compleja, en la cueva todo son parabolts
del 12, nos exige hacer recuento de parabolts y mosquetones. Hemos traído
muchos pero como mínimo son necesarios 12 para los dos pozos. Joseba se afana
en la instalación mientras Oskar se adelanta un poco para explorar cuál será la
mejor opción de bajada puesto que el pozo final tiene dos posibilidades.
Aparentemente es el primer acceso la mejor opción y es por ese punto por donde
Joseba desciende aunque tendrá que volver a subir por la cuerda para volver a
poner otro fraccionamiento que evite el roce de la cuerda. La hora de salida se
va acercando y en una sabia decisión decidimos no continuar hasta el final
puesto que hemos señalado a nuestras familias como hora límite de salida las 8
PM y vamos muy justos. Desmontamos la instalación y reponemos fuerzas antes de
comenzar a jumarear el pozo de 42 metros. Oskar abrirá camino con no pocas
dificultades tanto para superar el desnivel como para conseguir superar los
fraccionamientos pero su satisfacción en el exterior será total
Le sigue
Xabier quien cuando alcanza el primer fraccionamiento puede ver a Oskar en la
seguridad que ofrece el exterior de la cueva. Aprovechando que los
fraccionamientos son cortos y utilizando alguna pequeña repisa consigue
anclarse al tercer seguro y pasar el puño hasta la cuerda ascendente sin
utilizar los fraccionamientos intermedios. Será más complicado hacer la
maniobra de atar el crol a dicha cuerda y finalmente soltar los anclajes pero
poniendo todas las fuerzas, podrá seguir progresando. Superamos el siguiente
tramo todavía aéreo y en el siguiente fraccionamiento ya tendremos los pies
sobre el suelo y subiremos con el jumar hasta el exterior de la cueva donde
llegaremos agotados.
Todavía falta Joseba quien a pesar
de tener que desmontar toda la instalación llegará rápido al exterior.
Xabier Azanza.
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