25 de abril 2015
En 1977 las obras de la cantera del Gorbea seccionaron en dos
tramos el antiguo conducto subterráneo dejando al descubierto la boca de una de
las cuevas más hermosas de Álava. Ese mismo año se paralizó la cantera y en
1995 la Diputación de Álava comenzó la recuperación ecológica.
La boca se abre en medio de una pared al fondo de un parque
recreativo.
UN POCO DE INFORMACIÓN:
La cueva presenta un desarrollo de 5.800 m. y 64 de desnivel
(+44/-20). Es una galería prácticamente única (pequeños ramales) de orientación
NW-SE, por cuya base circula un río subterráneo. Presenta una morfología de
Alfiler, con terrazas escalonadas y con una altura media de 30 m., debido a la
amplitud de las terrazas superiores, en muchos tramos se puede realizar el recorrido
de la cueva bien por el nivel colgado o bien por el río, el cual puede seguirse
río arriba durante 2 km., hasta la sala central donde hay varios pozos con
bastante profundidad. En el tramo final del río salva bruscamente un desnivel
de 25 m. con dos cascadas, enlazadas por un tobogán de 30 grados de
inclinación. Por otra parte fuera de la exploración acuática, la cueva presenta
una amplia profusión de espeleotemas, lo que da una singular belleza a la
cavidad. Cabe destacar la galería Dedal.
Hasta aquí la información de la que disponíamos, acompañada
de un pequeño croquis de la cavidad, el cual únicamente valía, por decir que
teníamos algo.
LA REALIDAD:
En esta ocasión nos acompañaron los amigos de Sakon y Sasistroka. No teníamos claro cómo vestirnos ya que no sabíamos muy bien qué íbamos a encontrarnos, así que los más militantes nos pusimos el peto de neopreno bajo el buzo y el equipo. El resto se puso “sólo” el peto y el equipo. Cual anuncio de “Michelín”, fuimos a la boca, en la pequeña cuesta y trepada para entrar, los movimientos se hacían un tanto pesados, debido a nuestra “coraza”.Ese día nos ahorramos la sauna, aunque al final te vas acostumbrando.
La entrada de la cueva es espectacular con increíbles
rincones, un pequeño destrepe con ayuda de cuerda nos permite continuar con
comodidad hasta un paso bajo, por el que llegamos a una sala con unas
increíbles formaciones. Yo reconozco que estuve unos minutos tumbado boca
arriba y jugando con la luz, disfrutando como hacía mucho. Luego me entró la dudad
de si era por la sala o por poder descansar un rato del efecto “Michelín”.
De aquí llegamos a un pequeño cañón, y al salir de este se
acabó lo evidente: tocaba mirar, subir, bajar, derecha, izquierda, retroceder,
algún pequeño juramento, pero poco a poco vamos avanzando.
Dos instalaciones nos marcan por dónde ir: instalamos,
bajamos y seguimos. La progresión no es muy evidente. Tras retroceder por
varios pasillos que no llevan a nada, el equipo de hombres globo y el resto de
compañeros nos encontramos en una terraza con un pequeño casquillo de spit y
sin tener nada claro qué hacer.
Mientras instalábamos el pozo, nuestro amigo Oscar (de
Sasistroka) descubre el paso por una rampa un tanto “piernaica”, txapeau!!!. Y
por fin nos topamos con el río. Creo que desde que era niño y me llevaban a la
playa, nunca había tenido tantas ganas de mojarme, pero el agua solo nos
llegaba a los tobillos.
Continuamos por el río hasta que éste se sifona. Por lo menos
pudimos mojar el peto un poco, a la vez que lanzar unos alaridos por la
temperatura del agua.
Intentamos buscar el paso por una serie de conductos
estrechos en los laterales, pero no hubo manera: o se cerraban o tomaban otra
dirección. Yo creo que no se nos escapó ninguno y había unos cuantos. Así que,
hacia afuera que nos fuimos.
Saliendo vimos una galería a nuestra izquierda con un
montoncito de piedras. De aquí varios compañeros se salieron (tenían algo de
prisa) y tres continuamos. La galería se va agrandando y empiezan las dudas.
Seguimos como siempre: arriba, abajo, vuelta… hasta que llegamos a un pequeño
pozo destrepable por la derecha y paso bajo que nos lleva
a otra sala, desde la que se oye de nuevo el río. Pero no lo vimos. Miramos por
la continuación más evidente, pero nada. Debido a la hora y por estar más rato
de lo que se recomienda para una sauna, nos dimos la vuelta.
No parece que estemos lejos de la continuación. Sin duda
volveremos para averiguarlo.
Una cavidad realmente excepcional y una muy buena jornada.
Gracias a todos.
Soy Arturo (crazyes69) Director, jefe, maestro, no se como llamarme del grupo Cavernicolas return, de reciente formacion, aunque mi primer grupo se formo en el 72, me gustaria que nos pusieramos en contacto para poder realizar alguna salida conjunta., lo que querais decirnos, lo podeis hacer en esta misma pagina. Gracias.
ResponderEliminar