Hace poco tiempo, que habíamos estado en esta cueva. Al
salir vimos un agujero como a 20 metros encima nuestra, a la vez que algún spit. Así que la idea
mayoritaria fue de volver a verlo. Y dicho y hecho, en poco menos de un mes, ya
estábamos encaramándonos por la pared.
Pero como suele ocurrir, las cosas se tuercen, y por unos
problemas con el material tuvimos que abandonar la escalada, o eso, o “reagujerear”
la pared. Así que decidimos dejarlo para
otra ocasión.
Pero, ya que estábamos ahí, aprovechamos para dar otra
vuelta por la cueva.
Visitamos una galería que no conocía Oscar, y luego Carlos
nos sorprendió enseñándonos otra galería que fue una verdadera sorpresa.
Nos sigue quedando pendiente la escalada, pero resultó una interesante visita. Lo cierto es que es una cavidad que da mucho juego. Sin duda volveremos.
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