Entramos a la cavidad por un pequeño pozo (P-10) que actúa como sumidero de la regata Arriluxe y, mediante unos pasos bajos, salimos a la sala del buque de 60x35m.
De aquí la cavidad toma dirección este, aunque las galerías avanzan
serpenteando. Son galerías amplias unidas por pasos angostos que nos hacen
pasar un buen rato, en especial cuando se encontraban con agua. El caudal va
aumentando debido a pequeñas filtraciones hasta llegar a la “sala de los
fantasmas”, una de las más bellas. Esta sala recibe el aporte de una de las bocas (AR-16,
impracticable) del sistema, aunque nosotros la encontramos prácticamente seca.
Continuando por el río unos 200 m. más adelante, y a nuestra izquierda, vemos el meandro “Argala” aporte de otra boca, AR-16 b (también impracticable). Éste también tenía poca agua circulando, pero en el tramo que recorrimos sí que nos encontramos pequeñas pozas “juguetonas”. De aquí, siguiendo por el cauce, enseguida nos encontramos con el “pozo Iluntxeta” de 135 m. de profundidad y 40x10 m. en su cabecera. Hemos recorrido unos 1100m. de galería.
Debido a la ausencia de material y que desconocíamos su equipamiento, nos dimos la vuelta, no sin antes comprobar, gracias a una piedra, que la ley de Newton sigue siendo totalmente válida. Vuelta, y a disfrutar de nuevo con el recorrido y sus “pasos”.
En resumen, muy interesante cavidad, bonita, disfrutona y aunque no dispone de pozos intermedios, los distintos pasos de la misma hace que no se echen en falta. Tiene también bonitos rincones y mucho espeleotema a lo largo de gran parte del recorrido, debiendo prestar especial atención en los pasos bajos a fin de no dañarlos (estos están casi cerrados debido a la abundante litogénesis). Para repetir, pero con el pozo.
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