Hoy habiamos preparado este clásico de la espeleo navarra. Quien no la conoce, yo personalmente, cada vez que voy, me gusta más, además ya tengo una buena amistad con el haya del primer pozo, y la pared del balcon del lago.
Antes de nada, para que nadie olvide, de lo que es capaz Lezegalde, os recuerdo este vídeo que sacaron nuestros compañeros de Satorrak. Esto es lo que pasa cuando el sumidero no es capaz de tragar el agua y salta a la sima. Acojona.
Antes de meternos para dentro, hay que hacerse las fotos de rigor.
Empezamos avanzar por las grandes salas y galerias con multitud de tonos con que nos sorprende esta cavidad hasta llegar al balcon de la enorme sala del lago.
Por fin llegamos a la gran sala del lago, a la que accedemos con un rapel desde un balcón.
Hoy el lago se encontraba bastante bajo de nivel de agua de lo que normalmente nos solemos encontrar.
Hubo tiempo hasta para montar un photocall.
Algunos fueron los afortunados a los que Joseba desveló el secreto mejor guardado de Lezegalde, la Galería del Mar.
En fin yo prefiero quedarme sin conocerla.
Poliki poliki, para los coches, despues de pasar una gran día con buena compañia.
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