31 de marzo de 2021
Había que calentar un poco antes de Semana Santa, y que mejor que hacer unas prácticas de subir y bajar por la cuerda en volado.
Habíamos oído hablar de este puente, sobre el río Ega, por el que antiguamente pasaba el Ferrocarril Vasco-Navarro, amplio y sin tráfico. Su altura en el punto más alto es de 29,5 metros. Ni cortos ni perezosos, para allí fuimos a pasar la tarde.
Una vez preparado todo, comenzamos el descenso, y por supuesto a disfrutar de las maravillosas vistas y de una bajada limpia.
Ahí no acaba esto, ahora toca el esfuerzo, subir. Pero sarna con gusto no pica.
Así pasamos una bonita tarde de primavera, subiendo, bajando y disfrutando.
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