jueves, 8 de febrero de 2018

SIMA DE LEZEGALDE








SIMA DE LEZEGALDE

Sima que actúa como desagüe ocasional, cuando el sumidero de Ertzilla, situado algo más arriba, no es capaz de “tragar” todo el agua que recibe, situación que se da tras fuertes y continuas lluvias o fuerte deshielo. Las aguas vuelven a salir poco más abajo del pueblo de Iribas, en el nacedero de Basakaitz.






En los últimos días había llovido bastante y también había nevado, pero ya llevábamos unos días de frio y sol, así que la pasada tarde, decidimos acercarnos a ver como estaba la sima. Como se suponía no entraba agua, pero si que encontramos bastante dentro de la cavidad, bastante más que de costumbre.






 Los gours estaban repletos, y el suelo lleno de charcos o “pequeños lagos”, nos la encontramos diferente a otras veces, con otro aire, más elegante si cabe. El lago final también estaba más crecido, pero lo que más nos llamó la atención fue el ruido del agua que se oía desde arriba, antes de bajar, inusual melodía sonora la que se escuchaba  desde el balcón.






Ya en el lago vimos de donde venía el agua, una regata salía de entre las piedras, poco más arriba del nivel en el que se encontraba el lago.
En anteriores visitas, no teníamos constancia de esa regata, o al menos no nos habíamos dado cuenta.



Por lo demás como siempre, una sima sencilla, pero que no decepciona, y que da bastante juego, elegante ella con sus colores, en especial esos tonos negros, y, esta vez con ese aire diferente, gracias al agua.




Al salir nos esperaba otra grata sorpresa, estaba atardeciendo, y desde abajo de la sima, la vista era sensacional, arboles negros sobre un fondo morado-violeta, y además era noche de luna roja, una peculiar conjunción, espectacular, lástima que las fotos no hagan justicia, pero como ya hemos dicho en otras ocasiones, no se puede todo…..





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