La
mayoría opta por bajar por la cuerda, y un par nos “aventuramos” a ir por el antiguo camino minero. Cuesta imaginar a los mineros hace muchos años subiendo por ahí,
la verdad que tenía que ser duro, muy duro… Nuestro amigo Raúl, nos dijo “que
su Aitona ( abuelo), que trabajó en esa mina, les contaba como subían por ese
camino con un candil en la boca y tenían que taparlo con la cabeza , para que no se apagase con la cascadita, aun
así se solía apagar y tenían que subir en la negra oscuridad el resto”
Lo
cierto es que mientras bajábamos por ese estrecho camino, asegurados al pasamanos
( en total entre unos 80 y 100 metros ) no dejábamos de imaginar como pasarían
por ahí antes, que duro tenía que ser, lo que ahora a nosotros nos resulta,
cuanto menos, pintoresco.
Por
lo demás el “caminito” una gozada, una sucesión de zig-zags hasta pequeña
presa, de la cual sale un salto de unos 15 metros a través de un curioso
agujero, que nos deja al nivel -200 (-250 si contamos el salto inicial), y en
donde nos reunimos con nuestros compañeros, que estaban terminando unos 200
metros más adelante el último rapel, el cual, por cierto, se veía muy elegante.
Salseamos
por la zona, ya que había aún cosas para ver, unas grandes pisolitas, galerías
secas con varios ramales, y galerías inundadas con restos de edificaciones, un pozo inundado en
el que habían entrado los espeleobuceadores, que llegaron a unos 20 metros de
profundidad, y parece ser que encontraron otra gran red de galerías y posibles
pisos, eso sí, anegados, así que aún queda campo para la exploración…..
Tras
un rato de salseo, solo quedaba salir, así que poco a poco para afuera…
Se quedaron cosas en el tintero, sin duda, pero fueron muchas agradables experiencias, las que nos tocó pasar ese día, acompañados de un paisaje subterráneo tanto inusual, como muy especial, y es que así da gusto….
Hablando con nuestro amigo Raul, a quién debemos agradecer el haber podido visitar este sitio, así como su paciencia, para todas las preguntas, vemos que se nos a quedado pendiente, algo más de lo que pensábamos, así que pronto habrá que preparar otra entrada, pero esta vez con sol….
Sirva esto de paso, como homenaje a todas las personas que trabajaron en estas y otras minas. Ese día, y aunque poco, tuvimos también la suerte de conocer parte de ese pasado y de sus gentes, aunque fuese de otra manera y de forma mínima, muy mínima….
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