martes, 16 de febrero de 2016

Cueva de los Osos

14 de febrero 2016

Hace tiempo que queríamos visitar esta cueva, donde al parecer había restos de osos de las cavernas (ursus spelaeus). Altuna  publicó en 1995 que se encontraron a 17m. de la entrada restos de un fémur de oso de las cavernas del pleistoceno, en aquel entonces, recorrieron unos 70m. de la cueva
Las previsiones meteorológicas eran malas, muy malas. Mientras estábamos en el aparcamiento esperando a Ion, veíamos como sin lugar a dudas, estas se cumplían. Pero una vez más no importaba, ya que estábamos motivados, muy motivados. Y además, en perores arrastraderas nos habíamos metido.


Ya en la boca de la cueva nos ponemos el material, acabamos de prepararnos y para adentro. Íbamos todos, yo creo, muy ilusionados, y con ganas de ver al “oso”. Unos 70 metros de cómoda galería, a excepción de un paso bajo de esos que tanto nos gustan, nos dejan en la base de un resalte de unos 2 metros que se supera con facilidad. Se ven cantos rodados de arenisca soldados a las paredes y bóvedas. Tras el resalte 2 simas, que se pasan sin mayor problema, eso sí, con mucho cuidado. Pequeña sala y bonito meandro que nos recuerda a la galería de los caracoles de Mairulegorreta. Divertido. Tras una bifurcación sorteamos otras dos simas, más o menos en oposición.



Por aquí empezamos a buscar nuestro pozo del que teníamos una única referencia, y al poco lo vemos, la referencia era correcta. 



Yo creo que estábamos todos expectantes, a ver si abajo estaba el oso. Ion bajó el primero, unos 12 metros y confirma que está ahí. Alegría. La verdad es que fue un momento emocionante, creo que para todos. Nos encontramos en  una sala de unos 8m. de ancho. Vemos un cráneo de grandes dimensiones, una mandíbula inferior, así como diversos huesos. Se cree que de, al menos, cuatro individuos.



También vemos varios fragmentos de huesos entre la arcilla del suelo, por lo que parece, puede tratarse de un yacimiento de interés paleontológico.



Hay también números zarpazos, resultando especialmente llamativo uno, en el que se distingue casi hasta las uñas y tiene una “cierta profundidad”, siendo esté el que más nos impresionó (incluyendo los que hemos visto en otras cuevas).


Tras un rato observando y haciendo fotos nos decidimos a acabar de bajar la sima. Esta tiene unos 45m. de profundidad y un par de pequeños ramales, siendo la mayor parte en rampa.


Eso sí, pequeño susto al romperse un anclaje natural, pero, afortunadamente, quedó solo en pequeño susto. En la “sala del oso” vimos numerosos lenares inversos. En la sima alguna colada de calcita, algo de moonmilk, algún espeleotema y cantos rodados. Eso sí, corría el agua y en algún punto caían pequeños chorros, vamos, que salimos duchados. De la entrada del pozo, sale también una sala que se ramifica en pequeñas galerías, que se cierran o colmatan con coladas, gours y varios espeleotemas, dando lugar a un bonito rincón.




Nos faltó ver el piso superior de unos 50m., pero bajaba agua y estaba algo resbaladizo., así que lo dejamos para la próxima. Lo cierto es que nuestro objetivo esta vez era ver el oso, y en principio no habíamos prestado mayor atención a la cueva, pero esta resultó muy interesante y de peculiar morfología, con varias simas y unos 440m. de desarrollo y 70 (-45; + 25) de desnivel. Además resultó muy entretenida. En el fondo de la cueva, había unos huesos de menor tamaño, semi-colmatados que no sabemos de qué pueden ser. A lo largo de la cueva también se ven huesos de otros animales más pequeños y vimos dos cráneos, probablemente de un zorro y de un cuervo, y el de este último como decía Ion, daba casi miedo.

Obviamente dejamos todo, o al menos lo intentamos cuidadosamente, tal y como lo habíamos encontrado, como creemos que debe ser. Eso sí, nos llevamos bastante barro de la cueva, pero que le vamos a hacer, además, si en el fondo, hasta nos gusta. Otro día para el recuerdo.

domingo, 14 de febrero de 2016

Cueva y sima de Basanziturri

14 de febrero de 2016

La última vez que entré en esta sima fue en mayo de 1990, y la zona ha cambiado mucho. De ser una zona despejada, a estar llena de maleza. Aunque ahora en invierno, es cuando se puede penetrar por ella con mayor facilidad.

Nos ha llevado casi un año encontrar la boca de esta sima, la cueva la teníamos localizada. Después de varias salidas para encontrarla, por fin hemos dado con ella.



Aprovechando la cercanía no hemos acercado hasta la boca de la cueva, a unos escasos 70 metros de la sima.


Estas dos cavidades estaban unidas por una galería, por la que discurre una corriente de agua,pero debido al colapso de dos dolinas cercanas quedaron separadas por el hundimiento. La corriente de agua que circula por su interior ve la luz en la cercana fuente con el mismo nombre "fuente de Basanziturri", en la que hoy tenía un buen caudal.
Ahora solo nos queda bajar y explorar esta pequeña cavidad, que será cuando el tiempo mejore y acompañe un poco.


miércoles, 3 de febrero de 2016

Sima Borombon o Bolumburu

30 de enero 2016

La semana pasada conseguimos localizar la sima, así que esta tocaba lo bueno: entrar.
La primera exploración que nos consta está fechada a 21-12-1975 y realizada por Príncipe de Viana, no habiendo más referencias de su exploración que nosotros sepamos. Por ello pensábamos que aunque difícil, la sima podría ser algo  más grande, avalados por las “leyendas del lugar”.
Tras un bonito paseo de algo menos de media hora, nos encontramos en la boca, pequeño tentempié, menos Antonio, que, taladro en mano, ya está montando la cabecera, y es quién acaba “ currándose la instalación” La entrada es un divertido paso, en el que hay que colocarse, pero no presenta mucho problema, otro pequeño pasito y pozo prácticamente limpio. 



Se trata de una estrecha diaclasa vertical de unos 35/40 metros de profundidad, y, aunque no coincide con la descripción del catálogo, si coincide totalmente con la topografía.
Ya en la base del pozo, nos encontramos con dos rampas opuestas, una hacia el Sur, que se acaba enseguida, y otra hacía el Norte que presenta continuidad.

En la base de la rampa, y sujeta a la pared por una piedra, vemos una bolsa cerrada con dos caballitos de plástico y una nota escrita a bolígrafo fechada a 14-8-86, hace casi 30 años ¡¡, en la nota ponía:
“AQUÍ ESTUVIERON EN FECHA 14-8-86, INES ACEDO, OLGA ACEDO, MAITE GANUZA, ANGEL MARI ERDOZAIN, JAVIER YANIZ
                                                         ,…….. (FIRMAS)……….
SI ALGUIEN LEE ESTE PAPEL Y QUIERE PONER SU NOMBRE QUE LO ESCRIBA Y NO LO DESTRUYA. ¡SUERTE¡
                  PIEDRAMILLERA
                        14-8-86"




No sabemos de quien se puede tratar, ni como bajaron, pero nos resultó cuanto menos curioso. Casualmente la Alcaldesa del pueblo se llama Maria Ines Acedo, no sabemos si será casualidad o será una de las personas de la nota. Habrá que preguntar en la próxima visita.
En la base de la rampa vimos también un cráneo de lo que parecía una cabra, y varios huesos diseminados, así como algunas pilas antiguas.



Descendemos por la rampa dirección Norte durante unos 15 metros y tras un paso estrecho nos encontramos en la base de un pozo inclinado de unos 10 metros y de cuya base parte una pequeña galería hasta que se cierra por desprendimientos.




Esta zona resulto bastante peligrosa, ya que en la rampa había mucha piedra suelta que se desprendía con demasiada facilidad. Un par de ellas, tiraron una saca al pozo aparte del susto que nos dieron. Afortunadamente los compañeros que habían bajado al pozo estaban a resguardo. Visto el panorama, el resto, decidimos empezar a salir, a fin de evitar” accidentes”.
Curiosamente, la sima resultó extremadamente seca , y ello pese a las últimas lluvias. En el fondo de la sima encontramos una culata de escopeta que, al parecer, podría ser de la época de la guerra civil. En el pueblo nos contaron que se tiraron muchas cosas a la sima en aquellos años. También nos dijeron que ellos llaman a la sima Bolombo, nombre que no se refleja en el catálogo.

Poco a poco fuimos saliendo todos, posicionándonos como buenamente podíamos para superar el “pasito” de salida, corto, pero a su vez gracioso.


Al salir teníamos idea de ir a la cueva del malo, pero alguno tenía prisa, así que la dejamos para otra ocasión, aunque no es problema, ya que tenemos que volver en busca de una  “pequeña sorpresa” que nos indicaron los del pueblo. Como siempre, muy buen día.