La corriente subterránea ve la luz en el nacedero de Aitzarreta, que es una de las dos más importantes surgencias del acuífero de Iribas, donde recibe el nombre de río Ertzilla.
El río Ertzilla tiene una corta vida, aproximadamente un kilómetro de recorrido, hasta que desaparece en un gran sumidero que recibe su mismo nombre.
Después de dos kilómetros, la corriente subterránea, que parte pasa por la cota más profunda de la sima de Lezegalde formando un lago, resurge justo debajo del pueblo de Iribas, en el llamado manantial de Basakaitz o Iribas. A partir de aquí el río recibe el nombre de Larraun.
En épocas de grandes avenidas el sumidero no puede tragar todo el agua, recorriendo el cauce seco hasta la sima de Lezegalde donde cae y penetra en el interior de la cavidad con gran virulencia.
Para poder ver este curioso fenómeno os ponemos este interesante vídeo de nuestros compañeros de G.E.Satorrak de Iruña.
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