martes, 6 de marzo de 2018

MARKO KOBA







La idea inicial, era ir a Artekona, y, aunque la mayoría fueron, algunos no pudimos ir, ya que los músculos llevaban un tiempo quejándose y nos pedían reposo, al final reposo sí, pero relativo….
Así que aprovechamos para ir a la cueva de Marko, y de paso conocer un poco la zona, la cual, resultó muy interesante.

 Pese a la niebla en el camino, poco antes de llegar despejó, y las vistas de la zona, y montes de alrededor resultaron espectaculares, con ambiente…..




Un camino, que daba la impresión de estar recién desbrozado, nos lleva prácticamente a la boca de la cueva, pasando al lado de la que creemos es Silibrankas-1, corto, pero elegante paseo.
La boca de la cueva es pequeña, pero nada más entrar cambia de proporciones, adquiriendo un buen tamaño. Galería única, con algún pequeño  ramal, y rincones muy interesantes. Vemos por contra, varias formaciones rotas, una pena.





Por una columna caída, subimos a un piso superior, bastante entretenido y de bonitos recodos.
Algún murciélago, y varios pasos para salsear, de esos que tanto nos gustan, incluso una gatera “especial niños”, ya que solo entró, y algo justito, Ibai, el más joven del grupo.
En resumen una cueva pequeña, pero bonita y con bastante interés, para pasar un buen rato.
Como quedaba día, aprovechamos para conocer un poco la zona. Se nos quedó pendiente Silibrankas-2, pero esa la dejamos para cuando los músculos estén recuperados.





Repasando las cavidades, luego vimos, que la que pensábamos era la segunda entrada de Silibrankas 2, parece que es Silibrankas 1.
Paramos un poco a comer algo, y despues nos fuimos a intentar encontrar un agujero, que hace años vió nuestro compañero José, y que le hacía ilusión localizarlo. Lo encontramos sin mucho problema, pequeña cueva, pero curiosa, tenía marca de pinturas, aunque bastante borradas, así que no sabemos su nombre, tampoco hemos encontrado  ninguna información ni de ella, ni de ninguna otra a su alrededor.





Vimos también la entrada de la cueva de Askondo, hoy día cerrada por pinturas, por curiosidad, sin más. 



Un amable vecino de la zona, nos contó algo de sus pinturas, y de alguna cueva más de la zona, una de las cuales parece bastante interesante, pero todo eso, esperemos, sea parte de otra historia, ya que en principio toca volver, y con más cosas de lo que parece, o al menos, eso esperamos…..



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