En el fondo de una dolina, en un pequeño montículo
totalmente perforado por algo más de una decena de cavidades, y en cuyo alto
encontramos la Ermita de Salbatore, nos encontramos con la boca principal (tiene
al menos otras tres bocas ) de este pequeño “ sistema “.
Realmente, esta cavidad, parece ser 3 cuevas
interconectadas, a lo largo de varias exploraciones, 2 de estas entradas, se
encuentran pegadas a la Autopista
Tras descender por la boca, nos encontramos en una sala con
2 opciones, nosotros tomamos la galería
principal, tras un resalte de unos 4 metros equipado en fijo. De aquí
alcanzamos una galería fósil de unos 100 metros que tiene varios laterales, los cuales ojeamos, pero sin más…
Otro resalte de unos 10 metros (también en fijo, pero OJO,
cuerda dañada) y un par de resaltes más, nos dejan en la sala Eibar (triste
pintura delatora), sala bastante elegante.
Tras un ascenso, vemos otra de las bocas del sistema y comenzamos
a buscar el acceso a la galería inferior por los agujeros de la zona. Bajamos
un pozo de unos 20 metros sin continuidad, no había muchos agujeros, pero todo
el que vimos lo miramos, o eso creemos, aunque no hubo suerte. No dimos con el
paso, eso si, vimos curiosos rincones. Esta vez lo dejamos ahí, ya que alguno
tenía la hora…
Miramos en plan rápido otro lateral de la zona inferior, y
ya para afuera. Esta vez nos habíamos dejado más de la mitad de la cueva, lo
que hace a veces el dejarse la topo…
Una vez fuera, y revisando la misma, vemos el fallo, nos equivocamos
en la zona a buscar, y es que en el fondo no deja de ser una excusa para
volver, aunque realmente, no nos hacen falta…
Entretenida y variada cavidad, a la que hay que
regresar. Tiene de todo pero en pequeño.
Muy juguetona…
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